Edificios singulares
El Gran Teatre del Liceu, construido en el 1847, es un equipamiento cultural único en Barcelona y uno de los teatros de ópera más destacados de Europa. Emplazado en la Rambla, acoge cada año grandes producciones de ópera, ballet y música sinfónica. El edificio se destruyó por un incendio en 1994 y se reinauguró en 1999 tras una espléndida reconstrucción.
El trasiego y el ruido del barrio del Raval de Barcelona encuentran un momento de descanso en esta pequeña iglesia románica de la calle Sant Pau. Sus fornidas paredes de piedra cierran el misterio y las maravillas de un estilo primitivo, pero cargado de simbolismo que habla del pasado de la Barcelona de los conventos.
El Palau de la Música Catalana, el llamado "edificio más modernista del mundo" curiosamente no es obra de Gaudí, sino de su coetáneo
Lluís Domènech i Montaner (Barcelona, 1850-1923). Esta sala de conciertos de Barcelona, declarada
Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO, es un monumento artístico de una belleza excepcional y, al mismo tiempo, un escenario musical de gran prestigio.
plaza de la Vila de Madrid, situada muy cerca de la Rambla y de la plaça Catalunya de Barcelona, merece una parada en el camino. Podremos contemplar el yacimiento sepulcral más importante de la
Barcino romana rodeado de elegantes fachada; un espacio en el distrito de Ciutat Vella que nos descubre el pasado romano de la ciudad.
Catedral de la Santa Creu i Santa Eulàlia observa impertérrita el paso del tiempo en una ciudad en constante movimiento y cambio. La Catedral es también el reflejo del paso de generaciones y estilos arquitectónicos mezclados en un edificio de carácter mayoritariamente gótico que hay que visitar por dentro para entender su esplendor.