Parques
Hoy en día, en el Parc de la Ciutadella los vestigios de la Exposición se reconocen en edificios como el
Castell dels Tres Dragons, proyectado por
Domènech i Montaner como un restaurante, la cascada y el lago, del propio Fontseré, o los bonitos
Umbráculo e
Invernadero. En el otro lado del parque se halla desde 1892 el
Zoo de Barcelona. En la plaza de armas encontramos la sede del
Parlament de Catalunya, que ocupa el edificio del antiguo arsenal militar de la Ciutadella. Muy cerca se puede ver una copia de la bella escultura de
Josep Llimona, "
El desconsuelo", la más destacada de todas las que hay por el parque.
Este parque amplio y diáfano, conocido también como "Parc de l"Escorxador" (Parque del Matadero), es un gran pulmón lleno de posibilidades que sirve para que los vecinos y visitantes del Eixample Esquerra de Barcelona se relajen. Situado en el extremo sudoeste del barrio, ejerce de aperitivo ideal para adentrarse en la monumental Plaça Espanya.
Se trata de un parque pequeño pero delicioso, soleado aunque con espacios para disfrutar de la sombra, sencillo y complejo a la vez, situado en el
Eixample de Barcelona. Una joya artística que combina la orografía del terreno con el arte, dando lugar a un parque de extremada delicadeza, donde las formas decorativas convierten los paseos por las extensiones de hierba en un placer para los sentidos.
En Montjuïc se pueden visitar museos como la Fundació Miró, el Museu d"Arqueologia, l"Museu Etnològic i de Cultures del Món y el Museu Nacional d"Art de Catalunya-MNAC. Este último, alojado en el Palau Nacional, (marco central de la Exposición del 29), invita a descubrir mil años de arte catalán. Un ejemplo espléndido de la arquitectura de la Bauhaus lo hallamos en el Pavelló Mies van der Rohe, que acogió la representación alemana durante aquel acontecimiento. La antigua fábrica textil Casaramona, obra modernista de
Puig i Cadafalch, acoge hoy las exposiciones de CaixaForum. La Font Màgica o el Poble Espanyol, en el que se encuentra la ciutat dels artesans, (Ciudad de los artesanos), son otros lugares de interés para no perderse en Barcelona.
Barcelona vivió un verano mágico que no olvidará nunca. Con la celebración de los
Juegos Olímpicos de 1992, la ciudad se convirtió durante unos días en la capital del mundo; unos días que permanecerán para siempre en la memoria colectiva. El
Anillo Olímpico de Montjuïc fue el centro neurálgico de la fiesta.