Edificios singulares
Los alrededores de la plaça de les Glòries dibujan una zona sorprendente y con muchos atractivos. A la presencia imponente de la torre Glòries, y de equipamientos culturales de primer orden como el Teatre Nacional de Catalunya- TNC, l"Auditori y el Museu del Disseny, se suma el nuevo mercado "Encants de Barcelona", un microcosmos que vale la pena descubrir.
Fantasía e innovación técnica se dan la mano en estos antiguos pabellones de entrada a la Finca Güell, en la avenida Pedralbes. La belleza y colorido de los edificios no hace sombra al protagonista del conjunto, el gran dragón mitológico del jardín de las Hespérides, síntesis del simbolismo y maestría artesanal de Gaudí.
El Palau de la Música Catalana, el llamado "edificio más modernista del mundo" curiosamente no es obra de Gaudí, sino de su coetáneo
Lluís Domènech i Montaner (Barcelona, 1850-1923). Esta sala de conciertos de Barcelona, declarada
Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO, es un monumento artístico de una belleza excepcional y, al mismo tiempo, un escenario musical de gran prestigio.
El Palau Güell, obra de juventud de Antoni Gaudí, une la suntuosidad de regusto medieval con la extravagancia única del arquitecto. El edificio se acabó de construir en 1890 y fue la residencia privada del mecenas de Gaudí, el Conde Güell. El Palau Güell ha sido declarado
Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO.
Considerado uno de los mejores ejemplos del gótico catalán, el
Museo-Monasterio de Pedralbes de Barcelona permite contemplar el legado artístico conservado por la comunidad de las Clarisas a lo largo de los siglos y conocer su forma de vida.