El núcleo del barrio de Sarrià, constituido por pequeñas plazas y por el eje vertebrador de su calle Mayor, es un espejo perfecto para contemplar la historia de Sarrià, donde casi cada establecimiento, casa o edificio nos habla de los inicios de la que fue una de las poblaciones más prósperas de la llanura de Barcelona.

El espíritu de la antigua población o vila que pasó a formar parte de Barcelona en 1921 (la última anexionada), aún está presente en su calle Mayor. El trazado de esta vía, eje vertebrador del núcleo antiguo, coincide con el antiguo camino que unió Barcelona con Sarriá, donde están las casas más antiguas del barrio. En la plaza del Consell de la Vila se levanta el edificio consistorial, hoy sede del Distrito, y delante de él se puede admirar una escultura de Josep Clarà, "Pompona". En la plaza de Sarrià, una escultura de Emili Armengol, "Portal de Sarrià", expresa la unión de los pueblos que forman el distrito.

El núcleo antiguo lo constituyen la iglesia parroquial de Sant Vicenç y los terrenos que la rodeaban, limitados por la riera de Gardenyes y la Riera Blanca, actuales Vía Augusta y avenida de J.V. Foix, en honor al reconocido poeta catalán que fue hijo del barrio. Una población de esencia rural que durante el siglo XIX vio cómo el progreso la transformaba en un espacio de residencia de menestrales y de burgueses catalanes que ubicaban allí sus mansiones de veraneo. Hoy se pueden contemplar aquí y allá en pasajes como el de Mallofré o en la encantadora plaza de Sant Vicenç.